El Sistema Recuperador de Calor es una tecnología avanzada diseñada para recuperar y reutilizar la energía térmica presente en el aire interior de los edificios. Su funcionamiento se basa en un proceso de intercambio de calor entre el aire interior viciado y el aire fresco del exterior. A continuación, se explica brevemente su funcionamiento:
Extracción del aire viciado: El Sistema Recuperador de Calor extrae el aire viciado y contaminado del interior del edificio a través de un sistema de ventilación.
Transferencia de calor: Este aire viciado pasa a través de un intercambiador de calor, que permite transferir la energía térmica que contiene hacia el fluido del intercambiador.
Ingreso de aire fresco: Simultáneamente, el sistema introduce aire fresco del exterior en el intercambiador de calor, donde se calienta gracias al calor cedido por el aire viciado.
Recirculación del aire: El aire fresco precalentado se suministra al interior del edificio, mientras que el aire viciado se expulsa al exterior. Este proceso de recirculación permite un ahorro significativo de energía, ya que se aprovecha el calor previamente generado.
Beneficios de un Sistema Recuperador de Calor:
Eficiencia Energética: Al reutilizar el calor del aire interior, el Sistema Recuperador de Calor reduce el consumo de energía para calefacción o enfriamiento, lo que se traduce en un menor gasto en facturas de energía y una disminución de la huella de carbono.
Confort Térmico: La tecnología de recuperación de calor proporciona un ambiente interior más estable y cómodo, evitando corrientes de aire frío o caliente. Esto crea un espacio acogedor para los ocupantes del edificio, lo que mejora su bienestar y productividad.
Mejora de la Calidad del Aire: El Sistema Recuperador de Calor promueve la circulación de aire fresco, filtrado y limpio en el interior del edificio, lo que ayuda a eliminar partículas, alérgenos y contaminantes. Esto resulta en un ambiente más saludable y propicio para la concentración.
Cumplimiento Normativo: Al adoptar tecnologías más sostenibles y eficientes, los edificios pueden cumplir con los estándares de eficiencia energética y sostenibilidad requeridos por las regulaciones gubernamentales.
